martes, 30 de octubre de 2007

Desde Copenhague con amor

Pues llegué aquí hará como dos meses, pero ha sido ahora cuando decidí que sería buena idea lo de contar las cosas, que luego se me olvidan. La verdad es que tenía que haberlo hecho antes, no después de tanto tiempo, pero no es lo mismo: no sería yo si hiciera las cosas a su debido tiempo. Así por ejemplo, podría haber contado como fueron los inicios de este año Erasmus, esos primeros días agunstiosos cuya tensión se cortó tajantemente cuando ya tuve donde guardar los calzoncillos (fue un auténtico placer deshacer la maleta), o las primeras fiestas, o las primeras personas, el turisteo, las clases, etc. O por ejemplo también mis minivacaciones en España, aunque ya no sé cuales son mis vacaciones: si cuando voy o cuando vengo.

En fin, a partir de ahora intentaré plasmar con relativa frecuencia como se vive por aquí.

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