viernes, 23 de mayo de 2008

Bailar es soñar con los pies

Justo fue acabar el partido de fútbol y recibo en mi teléfono un mensaje que decía:

“…A las 23:45 tendrás más noticias en el Postrum (si fuera tú estaría puntual).”

En un principio me quedé extrañado, entre otras cosas porque no tenía muy claro lo que era el Postrum. Caí en la cuenta de que era el lugar donde tenemos los buzones, que está en el edificio que acompaña a la Guesthouse, es decir, que hay que salir a la calle para pasar al mismo. Como iba tarde y me estaban metiendo prisas me fui tal cual estaba hacia allí.

En la puerta había un posit que decía:

“Muy buenas caballero. Esto será muy fácil (no hace falta ser Scout).
Solo tienes que seguir las instrucciones… y a disfrutar.”

Averigüé que se estaba practicando sobre mí un juego de pistas que me llevó a mi buzón en el siguiente paso, donde la nota que había rezaba:

“Bien! Ahora irás donde puedes encontrarlo todo, desde cazuelas, boles y hasta un nuevo manillar!!”

Fui hacia las casetillas que albergan trastos que la gente ha tirado pero que en ocasiones se conservan en buen estado (manillares para la bici) o incluso nuevos (boles para las ensaladas, etc.). La nueva pista me llevó por fin a casa:

“Pilla lo más extraño que veas (no hace falta que valga para algo) y ve hasta la guarida de ‘Ole’, pero sigue con las uñas sin grasa.”

Cogí un cable de teléfono que estaba a mano y me fui hasta el garaje de las bicis. Yo me dirigía allí porque es donde acabas con las manos llenas de grasa de arreglarte la bici. De casualidad me topé con la siguiente pista que estaba en el sillín. Ahí caí en lo de ‘Ole’: es lo que pone en mi bicicleta y supongo que será, o bien la marca, o bien el dueño que la tenía antes que yo. Esta vez en la nota se leía:

“Perfect my friend. Ya sabes, pilla algo de la mesa de operaciones. Tu siguiente objetivo tiene olor a fritanga (y no lleva tanga).”

La mesa de operaciones es el banco de reparación que tenemos para tal efecto. Cogí unas tenazas y me dirigí hacia donde apuntaba la pista: la cocina. Ahí cogí el último objeto y la penúltima nota:

“Para qué innovar… coge algo de la cocina. Esta vez no hay fiesta, pero la pista de baile está abierta para ti. El jardín es tuyo. Entra con todo lo que tienes.”

Ahora tenía que meterme en el patio central, para lo cual tuve que salir por una pequeña ventana haciendo algún escorzo. En la cabeza de un busto estaba el posit final y colgada de la oreja una bolsa con regalos.

“Todo tuyo. Felicidades!! Y ahora no nos falles… para poder abrirlo cántate algo usando las cosas que has ido pillando. =)”

Y así fue. Canté lo primero que se me vino a la cabeza mientras todos se reían. Incluso salí por Serrat ante la insistencia del público aunque lo ideal hubiera sido que cantase algunas de las frases de Sabina que adornaban las pistas, pero me quedé en blanco. Tras el espectáculo volví hacia adentro y subí a mi habitación donde me esperaban a oscuras y cantando el cumpleaños feliz a la luz de la vela. Cuando se hizo la luz y vi el póster… con esos cuerpos… tan sensuales… tan insinuantes… todavía no se me ha quitado la sonrisa de la cara y dudo que lo haga.


La cosa no acaba ahí. Por la noche cenamos unas pizzas que pillé y unas Coronitas. Mientras estaba echando un ojo en el horno se apagó la luz y… otra vez sonó la sintonía de la felicitación. Jimmy sujetaba lo que parecía un postre. Digo parecía porque no sé como clasificar a una torre de rodajas de chóped rebozado adornadas con kétchup y una vela. La coña con el chóped no acaba ahí, María Gil acababa de venir de España de una visita relámpago cuando me dice:

- Ven mira, te he traído una cosa.

Efectivamente era chóped, pero no unas lonchas, no, dos kilitos de producto que me he de enchufar en un mes. Ahí es nada.

Muchas gracias a todos por hacer de 24 horas un día estupendo.

Y a los que no estaban aquí, aunque desde finales de abril hasta estos días haya sospechado algo, he sabido aguantar sin hacer una sola pregunta y no se me ha quitado la ilusión.

GRACIAS

domingo, 18 de mayo de 2008

Ratoncito Pérez

Aunque no se me haya caído un diente, esta tarde pasó por mi casa el Ratoncito Pérez. Llegaba de la universidad de estudiar y había un paquete en la puerta con forma de caramelo y una nota enganchada en él. Dentro había un pequeño bote de gel de afeitar (perfecto para viajes), justo como el que se me venía antojando desde que se acabó el que me traje.

Desde hacía unas semanas estaba gorroneando la espuma a Jimmy mientras esperaba a que mis padres me trajeran un botecito del Mercadona. Y como ellos no se acordaron del encargo continué abusando de su confianza. Ya ni siquiera le devolvía su propio bote tras cada afeitado.

La nota rezaba:

“Nunca compartiría el cuarto contigo
si no lucieses un perfecto afeitado”.

Esto viene al hilo de que el próximo mes me mudo a vivir a su habitación. Como yo tengo curso intensivo y no pisaré mucho por casa, pues está bien pensado lo de ahorrarse la mitad del alquiler. Probaré como es la vida de pareja durante 30 días con sus “baja la tapa del retrete” o “roncas como un oso” incluidos.

En fin, prometo afeitarme mientras tú lleves un buen perfume. ;)

lunes, 12 de mayo de 2008

Cuando fui un Superhéroe

Se celebraban los cumpleaños de Lili y María este sábado. Debe ser que este fin de semana hay algo de carnaval en CPH, porque de ahí vino la idea de disfrazarse para amenizar la noche. El tema era de superhéroes. En un principio nuestra idea (la de los chicos) era la de vestirnos de tortugas Ninjas pero tras unos minutos de debate decidimos disfrazarnos de algo así como de antihéroe, es decir, pillar unas mallas, una capa y ponerte unos calzoncillos por fuera. La base de cualquier héroe vamos. Realmente no merece la pena planear mucho un disfraz, está comprobado que cuanto más improvises mejor. Y la improvisación nos llevó a lo que las imágenes reflejan. Juzguen ustedes mismos.

Yo.


Super María, una de la cumpleañeras.


Las Supernenas? No, las Súper-Chonis. La del cumpleaños es la de verde.


Los de la resi.


Todos en general.


Guille y Jaime: al loro con las transparencias de las mallas y esos pelacos.

Therry, el valiente gladiador que se atrevió a saltar al ruedo ibérico.

jueves, 8 de mayo de 2008

El finde pasado

Con mas retraso que un cercanías catalán os cuento de forma breve lo que fue el fin de semana pasado. El viernes se montó un fiestón en la residencia de aupa. Resulta que al americano le tocaron 5000 DKK (coronas danesas) y se regaló una celebración con cerveza gratis y música que salía por los ”buffers” a toda caña, se debía de oir en algún kilómetro a la redonda por lo menos. A esto le faltan un poco de efectos especiales no? pues les hubo: se trajo a un par de colegas que hacían malabares con fuego que alucinabas.

Como uno no se queda a gusto si la fiesta no se la prepara él mismo, el sábado se abrió la veda de las barbacoas con motivo de la celebración de unos cumpleaños. Nos curramos unas tortillas, paellas, kitches, cervezas a saco, etc. para que unos 60 españolitos (la mayoría visitas) no se quedaran sin hambre. Y así fue, no creo que nadie se quedara con las ganas. De hecho, sobró carne.

¿Y qué podíamos hacer con tanta comida sobrante? Pues otra barbacoa. El domingo para comer la hicimos de nuevo y después nos tumbamos en el césped a asentar la zampada. Y también encajamos un palo de aspiradora en un tejadillo: a uno se le ocurrió que batear una pelota de tenis con él era buena idea y en cierto modo consiguió sus objetivos pues la bola se perdió por el horizonte, pero el palo golpeó la ventana de la vecina y se quedó ahí, creo, que para la posteridad porque, ¿cómo dices a la señora que te devuelva parte de la aspiradora que hay en su tejadillo?

En fin, que ya ha llegado el verano a El Corte Danés.