jueves, 11 de septiembre de 2008

Telemierda

¿Qué ponen hoy en la tele? Es la pregunta que suelo escuchar a diario. Y yo siempre respondo lo mismo: lo mismo que ayer, nada. No sé si será el efecto del verano que no es muy pródigo en el tema de las emisiones o que realmente no hay ni una sola cabeza pensante entre los que se encargan de hacer la programación. El caso es que ya ha empezado el curso televisivo y tú te crees que vuelven las aguas a su cauce: otra vez las series que te gustan, los magazines con sus presentadores más famosos, los deportes, etc.

Seguro que por ahí hay más de uno que está feliz de que la Campos, por fin, vuelva a un programa porque es una tía supermolona y tela de profesional. O mejor que eso, que después de ella te enchufen a la famosa AR, que tiene programa y revista propios y a saber cuántas cosas más a su nombre. Vaya dos cracks.

A mí no me parece tan buena noticia porque el programa de la Campos era mejor con el otro tío que lo presentaba antes y porque la AR sigue tirando de la misma mierda que tira toda la cadena. Y para muestra el botón de la Esteban, a la que seguimos riéndole las gracias. Que se lo trague el que quiera.

El caso es que aparte de mostrar mi cariño hacia estas dos señoras, que solo han sido un poco el sparring de todo a lo que habría que pegar un par de cambios de canal, lo que vengo a decir es que la televisión está llena de bazofia morbosa. No solo por la presencia de ese tipo de programas barriobajeros, insustanciales y perdidos en la miseria de la ausencia de ideas nuevas, sino porque además de lo ya conocido y a lo que estamos acostumbrados, resulta que pasa una catástrofe que flipas de donde se puede sacar carroña y se saca. Anda que no.

O si no qué sentido tiene preguntar persona a persona cuántos familiares ha perdido a las puertas del improvisado mega tanatorio (cada vez menos improvisado) y si está triste o cómo lo lleva. Pues seguro que después de que un gilipollas le haga esa pregunta lo sufrirá mucho mejor. Dónde va a parar. Eso si el afectado sabe ya si tiene algún fallecido, que si todavía no se lo han dicho pues el reporterillo y los imbéciles que les acompañan desde plató ponen cara más triste aún. Y se irán tan contentos a casa porque han trasladado a toda España el dolor de la gente y nos han puesto casi casi en su pellejo (ironía).

Esto quizá sea lo más grave del tema, pero como ésto solo pasa una vez cada mil, pues hay que sacar tajada que enseguida nos olvidamos. Y ahí están todos los programas, sean de lo que sean, hablando del asunto. Y te llevan a expertos que entienden de aviones desde que nacieron porque su papá les llevaba a hacer aeromodelismo y saben qué es lo que ha podido pasar. Y tras la publi, esos mismos colaboradores cambian el chip, se ponen la sonrisa y te entrevistan a Chiquetete o la última cerda que se tiró. Es decir, que si hay que hablar de algo se habla aunque no se tenga ni puta idea, sirven para un roto y para un descosido.

Y se lamentarán los directivos de las cadenas de que haya pasado en pleno agosto y no durante el curso porque sus ‘mejores’ presentadores estaban en la playita. Me cachis en la mar.

Y no a gusto con esto, hace cuatro días te sacan a una maltratada que niega serlo y la ponen a parir porque hay un señor que está a punto de morir ‘por su culpa’ y ella ha ido a un programa a contar su historia. Y la llaman hijaputa porque tiene el valor de sentarse y encima va vestida con un traje que la hace supermona, tanto que parece la última conquista de Paquirrín. Y me pregunto yo quién lo será más, si ella o los que la pagan y la entrevistan. Que al fin y al cabo son todos los que están haciendo el negocio a cuenta del señor que está en coma. ¿O no?

En fin, como diría el filósofo Peter Griffin: “esta morbosidad es obesidad mórbida”. Hasta que estallemos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SI SEÑOR