sábado, 23 de febrero de 2008

De la visita: día 2

No sabía que para votar había que hacer tantos esfuerzos. No me refiero a tener que ir a la embajada a hacer papeles. Me refiero a que cuando te has ido a las 6 de la noche a la cama te llame el cartero por teléfono a las 8’30 y te diga que acudas al buzón porque tienes una carta certificada y necesita tu firma. Solucionado en tres minutos y vuelta a la cama para levantarse al rato.

Hoy tocaba visita por CPH. Estos tíos no son capaces de aguantar 3 horas andando sin quejarse. ¿A qué habéis venido? En fin. Visitas de rigor a la Radhuspladsen, Frederiksbeggade, Nyhavn, etc y por supuesto la Little Marmaid o Sirenita.

- Vah, es solo una estatua – sentenció Rebeca.

Y vuelta para casa a cenar unas pizzas y coger otra vez la bici para ir a una fiesta en casa Dios a la derecha. Reconozco que con lo vago que soy yo no hubiera ido hasta allá si no estuvieran aquí ellos. Siempre con el camino de vuelta en la mente, pasó la noche rápidamente. Incluso el camarero me invitó a una cerveza, no gracias a mis atractivos y mis técnicas de ligoteo sino porque el tío se empeñó en que no podía beber una cerveza que no fuera comprada allí. Y eso que se la pagué a él.

Al final no fue tan dura la vuelta como temíamos.



1 comentario:

Roberto dijo...

Oye, la sirenita sigue ahí no? No se ha movido verdad?? Pq tengo visita en unos días y me va a tocar ir OTRA vez... Joder, estoy del pez este hasta las narices!